En nuestra querida Navia del alma, donde tantos veranos hemos pasado, fuimos a parar casi finalizando la temporada, a unos olivos donde hacia 8 aƱos que no visitabamos y que a pesar de la gran paliza de viaje y la jornada tan larga de trabajo, siempre nos gusta visitar por la cantidad de buenos recuerdos y emociones que alli sentimos.